Enfermedades vasculares

Nuestras venas mantienen la sangre fluyendo desde distintas partes del cuerpo hacia el corazón. Cuando hay alguna falla en las válvulas de nuestras piernas (que son compuertas que evitan el reflujo de sangre hacia abajo), las paredes de las venas se debilitan y se dilatan, provocando que las venas en las piernas y pies permanezcan llenas de sangre, especialmente al estar muchas horas de pie o sentado. Esto genera, y es la causa principal de la aparición de las molestas várices, de la hinchazón de las piernas, dolor, picazón, manchas oscuras en la piel, úlceras, trombosis y un sinfín de otros problemas.

Así, la insuficiencia venosa se debe en gran parte de los casos a causas genéticas potenciadas por factores externos como el sobrepeso, sedentarismo, embarazos, etc. También pueden ser secundarios a una trombosis venosa profunda. Algunos de los factores de riesgo para la insuficiencia venosa incluyen la edad del paciente, los antecedentes familiares, el sexo (las mujeres se ven mucho más afectadas que los hombres), tener antecedentes de trombosis venosa profunda, obesidad, embarazo o permanecer sentado o de pie por periodos prolongados.